viernes, 12 de junio de 2009

A LA DERIVA: PERE EUGENI FONT


Felip vive en la carretera y no es ningún viejo rockero. Se despierta cada día en un lugar diferente y tiene un amor en cada puerto, pero no es marinero. Es un camionero con miles de quilómetros a las espaldas. No sabemos si su alma solitaria y nómada es fruto de su trabajo, o es el trabajo que lo ha convertido en nómada y solitario. La cuestión es que ha roto decenas de cuenta quilómetros y ha visto infinidad de puestas de sol desde su cabina. Pero también es experto en la restauración. La experiencia y los años le han hecho selectivo y sabe con certitud que allí donde se para a reponer el estómago y a repostar gasolina le acertarán el gusto. Por eso, una de sus paradas habituales es en el restaurante de Jordina y Celeste.

Este viejo lobo del asfalto coincidirá con Anna. Dos cuerpos que, por razones diferentes, durante una noche dejaran de serlo.

Si véis el camión de Felip aparcado en una área de servicio, podéis parar. ¡Seguro que se come bien! 

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