viernes, 12 de junio de 2009

A LA DERIVA: MERCÈ PONS


Jordina vive encantada de la vida con su marido indonesio, Celeste. Los dos regentan un restaurante de cocina asiática. Hace tiempo, en Amor idiota, Jordina se había enamorado en secreto de Álex. Ahora, se han reencontrado en una área de servicio de la autopista, pero de aquel sentimiento ya no queda nada, sólo es un recuerdo del pasado.

La prioridad de Jordina es cuidar a Celeste, un hombre bueno y sencillo con un pensamiento claro: “En casa sólo matamos un pollo por dos razones, cuando alguien se pone enfermo o cuando se pone enfermo el pollo...”

Pero no sólo está por su marido, también es afectuosa y amable con los demás, por ejemplo con Anna, a quien ve sola y desorientada, o con Felip, el camionero que siempre está de paso, trabajando. Por este motivo, los invita a la fiesta que ella y Celeste celebran en el restaurante, con la familia y un grupo de amigos, la noche de Sant Joan.

Anna se siente como en casa por la cálida acogida que le ofrece Jordina. Y rápidamente comprueba como a la mujer, se le ha pegado también el pragmatismo del marido. Cuando le termina de explicar, detenidamente, que Giró no puede caminar, Jordina le pregunta: ¿pero te lo estás tirando? Sí, responde Anna. Y entonces, Jordina le espeta: ¿pues de qué te quejas? No se puede escapar...

De parte de Jordina y Celeste, os decimos: ¡Selemat!, que quiere decir: ¡larga vida a los presentes!

No hay comentarios:

Publicar un comentario